La Guzmán en Tres Actos

Coincidimos una vez en el Aeropuerto de la ciudad de México. Fue en una dulcería de las que están en la sala de espera, justo antes de abordar. La escuché a mis espaldas con su voz ronca y desparpajada y lo único que pensé fue “¿qué onda con esta gritona?”

Entonces volteé y me di cuenta de quien era. Justo la acababa de ver en un concierto la semana anterior en San Diego y había escrito una crónica acerca del mismo. Por supuesto, no deje pasar la oportunidad de saludarle.

Esto fue lo que escribí de su concierto…

La Guzmán en Tres Actos

Primer Acto.

La noche de brujas fue roquera en el 4th & B gracias a la 'Reina del Rock'. De un escenario con toques industriales que se elevaba hasta la cima del lugar emergió la figura esbelta, casi mítica de la Ale.

Vestida con una gabardina negra que cubría su figura, Alejandra saludó con su peculiar voz rasposa y sensual. "¡Qué buena banda!", dijo y las porras del público la cobijaron y la Ale se sintió querida.

Conforme fue avanzando la noche la Guzmán perdió la gabardina, que quedó colgada en un barandal para dejar que se moviera como el torbellino que es a lo largo del escenario. Poco después, al calor de la música, Alejandra se despidió de la blusa para dejar ver su torso escultural. Vistiendo sólo un sostén, Alejandra entonó 'Mírala Míralo', convirtiéndose así en el ángel desnudo que bañada en sudor seducía a quienquiera que le observaba como un sueño que amenazaba con volverse una realidad gracias a la cercanía entre ella y la audiencia. La Guzmán terminó su primer hechizo con una versión reggae de 'Ten cuidado con el corazón' y la balada rock de Steven Tyler 'Soy tu lluvia'.

Segundo Acto.

Desde sus inicios Alejandra ha sido rebelde y única. Ha dado de qué hablar con sus atrevidos calendarios y sus múltiples líos amorosos. Y sin importar cuál ha sido el problema, ella se ha levantado una y otra vez para llegar a ser el símbolo que es hoy. Tras unos segundos de ausencia en el escenario, que para aquéllos que la añoran se volvieron eternos, Alejandra volvió a resurgir, esta vez vestida con una gabardina ligera blanca, que por lo ya visto por los presentes, se sabía que no duraría mucho con ella. Así interpretó 'Hey Güera' y 'Pasa la Vida'.

Una vez más, la Guzmán fue perdiendo prendas y sus movimientos sensuales y atléticos fueron visibles para el deleite de todos.

Ale hablaba de cada canción y de lo que significaba para ella su música, de esta manera la 'Eternamente Bella' parecía renacer tras cada canción.

Tercer Acto.

Una vez más la Guzmán hizo acto de desaparición seguido por un nuevo atavío. Salió más sensual, casi erótica e inmaculadamente provocativa. Vistiendo un corsé de piel negro con vivos rojos, Alejandra cantó 'Reina de Corazones' y de su nuevo disco la canción de 'Lipstick'. Este nuevo material más vanguardista y renovado, y muy al estilo de Ale dinámico y explosivo. La velada se acercaba al innegable final y el momento de despedirse inminente. Para dejar a todos contentos explotó con 'La plaga' y se despidió nostálgica con 'Hacer el amor con otro'.

Con un muy buen sabor de boca y el corazón latiendo a un ritmo vertiginoso por la energía liberada, gracias a Ale, el lugar se fue quedando vacío entre suspiros y fantasías volátiles de una flor de papel.

Foto: Paola Morales