Tuesday, October 9, 2007

La Ruta del Vino - Baja California


Por cientos de años se ha producido vino en los valles del Norte de Baja California. Los locales aseguran que es ahora cuando esta bebida vive su época dorada

Por: Edgar A. Morales
Foto: Tania Franco Bucardo

ENSENADA. - De las playas de Ensenada a la zona del valle se hacen unos 15 minutos aproximadamente, sin embargo, el viaje parece transportar a uno a miles de kilómetros hasta alguna villa perdida en los campos de Italia... pero es México.

La carretera caracolea y a los lados hay ranchos que se extienden hasta las montañas.

El verde de los viñedos y los olivos colorean la región, anuncian la prosperidad de la zona y la frescura de sus frutos, en particular la vid.

Cuentan los que saben que estos valles, Calafia, Guadalupe, San Antonio de las Minas, Valle de las Palmas, Santo Tomás y San Vicente Ferrer, eran habitadas por las culturas prehispánicas de los Kiliwas y los Kumiai.

Luego de la colonia, inmigrantes rusos y europeos encontraron en esta región su pedacito de paraíso, en donde comenzaron a hacer vino para sus fiestas y festejos.

La práctica se convirtió en tradición y el valle en el lugar en donde se produce actualmente el 95 por ciento del total de los vinos de todo México.

DISFRUTAR Y VIVIR

La llegada al valle, en una carretera de un solo carril de ida por otro de venida, es pausada y da tiempo para absorber la transición de una autopista de cuota a la rural.

Pronto se da uno cuenta de que ya no está en la ciudad y que los ajetreos, el tráfico y las señales de tránsito se quedaron atrás. Ahora sólo queda la cortesía propia del campo y el ritmo apacible de una villa artesanal.

Y es artesanal en todos los sentidos.

La comida se antoja gourmet en cualquiera de los restaurantes tradicionales de la ruta. La gente habla muy bien del restaurante Los Naranjos y el ambiente fresco y natural del Restaurante Hacienda invitan a sentarse tranquilamente y admirar la fuente y la fastuosa vegetación que ahí abunda.

Por la misma calle en donde esta el Restaurante Hacienda, unas tres cuadras más arriba, está la Galería de las Estrellas.

Aquí, el arte, pinturas y esculturas de expositores locales dan fe de la cultura e inspiración que el valle emana gracias al cúmulo de energía que recorre el el lugar. Asi lo percibe la artista y dueña de la galería, Shannon Montgomery.

"Es muy pacífico y muy espiritual" dijo con lágrimas en los ojos Montgomery, "Es inmenso, muy especial".

CULTURA VINÍCOLA

Ya sea por seguir con la tradición familiar, o por tener un nuevo comienzo, los creadores de vino de estos valles viven amando lo que hacen y compartiéndolo con el mundo.

Tal el es caso de Daniel Yi, quien se encarga de la producción de vinos de los viñedos de su madre Doña Lupe.

"Esto comenzó como un juego, como algo que hacer solo por diversión", dijo Yi en la tranquilidad del silo en donde descansa el vino que él mismo hace.

Ahí, sobre un aguaje subterráneo, bajo el rocío humidificador de agua fresca, en la tranquilidad de una luz tenue, las barricas esperan pacientemente mientras el vino madura y se pone a "punto" para ser disfrutado.

"A mí me fascina estar aquí", dijo Yi, quien después de haber vivido y trabajado en Los Ángeles por mucho tiempo, decidió que no hay otro lugar como el valle.

"Hay tiempos de oro para muchas cosas, son ciclos, y ahorita es el tiempo de oro para los vinos aquí", dijo Yi.

Así, conforme va cayendo la tarde, y el sol pintando de tintos los cielos, no hay lugar más tranquilo para disfrutar de una copa de vino en una mesita de campo que en el valle.

Es una experiencia realmente especial.

1 comment:

Frontera viva said...

Compañero y Gran amigo de sueños y experiencias, No me queda nada mas que felicitarte por el trabajo que ahora compartes con nosotros e invitarte a discutirlo con una copa de vino de la cual nos antojaste en tu magnifica redaccion.
Felicidades.
Charly